Tapear en Santiago de Compostela es mucho más que una forma de comer: es una expresión cultural, una tradición social y una manera inmejorable de conocer la esencia de la ciudad. Situada al final del legendario Camino de Santiago, la capital gallega es un crisol de peregrinos, estudiantes, viajeros y compostelanos que encuentran en el tapeo una forma de celebrar la vida.
En este artículo descubrirás los mejores lugares para tapear en Santiago de Compostela como un local, qué tapas pedir, cuándo ir, y cómo integrarte en este ritual gastronómico. ¡Prepárate para una ruta con sabor a Galicia!
Tapas en Santiago: una tradición gallega con identidad propia
Aunque Galicia no tiene la costumbre tan arraigada de servir tapas gratuitas como ocurre en regiones de España, en Santiago el tapeo se vive con igual pasión.
Las tapas gallegas suelen ser generosas, sabrosas y están profundamente ligadas al producto local. Mariscos, embutidos, quesos, verduras y carnes gallegas protagonizan las barras de los bares.
Además, en muchos bares de Santiago, si pides una consumición, recibirás una pequeña tapa de cortesía: desde unos cacahuetes o patatas fritas caseras hasta chorizo, tortilla o empanada. Este gesto, aunque no universal, es una agradable sorpresa.
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La zona vieja: epicentro del tapeo compostelano
El casco histórico de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad, es el escenario ideal para comenzar una ruta de tapeo. Sus calles empedradas, sus soportales y sus plazas esconden algunos de los bares con más solera de la ciudad.
- O Gato Negro: Este pequeño local es toda una institución. Repleto de compostelanos desde hace décadas, destaca por su empanada de berberechos, sus calamares, y las raciones de oreja o zamburiñas. El ambiente es bullicioso y auténtico.
- Abastos 2.0: Este gastrobar contemporáneo trabaja con producto de kilómetro cero procedente directamente del mercado. Es ideal para quienes buscan una tapa de autor sin renunciar al sabor tradicional.
- Bar La Tita: Su tortilla de patatas es legendaria. Jugosa, sabrosa y siempre recién hecha. La barra está siempre llena, pero vale la pena esperar.

Rúa do Franco y alrededores: clásicos entre lo local y lo turístico
Nos encontramos ante una de las zonas más conocidas por turistas y peregrinos que llegan a Santiago. Sin embargo, entre los locales de menú multilingüe hay también bares frecuentados por compostelanos, especialmente fuera de temporada alta:
- Bar Coruña: No te puedes ir de Santiago sin probar su calamares fritos. Destaca también por contar con una importante variedad de comida sin gluten.
- Bar Orella: Su tapa de orella a feira es toda una institución en la ciudad. Sin duda, el mejor sitio para comer este plato típico gallego.
- Bar La Cueva: Su mítica tapa de mejillones en salsa picante es una de las imprescindibles en la capital gallega.
- Mesón O 42: Fundado en 1968, es uno de los pocos que han mantenido su esencia. El raxo (lomo adobado) con patatas es imprescindible.
- Bar Vilar 64: No te vayas de Santiago sin probar su mítica tapa de cocodrilo (patatas fritas con filetes de lomo).
- Bar O Piorno: Pequeño, discreto y muy gallego. Prueba el caldo gallego en invierno o las croquetas caseras.
- Bar Marte: el verdadero templo de las tortillas de patatas en Santiago: con bacalao, con alioli, con ajo negro…
Casa Marcelo merece una mención especial. Aunque se trata de un restaurante con estrella Michelin, su formato de cocina abierta y platos para compartir recuerda la filosofía del tapeo elevado a la alta cocina. Ideal para una ocasión especial.

Fuera del casco histórico
Para los que quieran salir un poco del bullicio del centro compostelano, a pocos minutos caminando, encontrarán buenas opciones para tapear y descubrir la auténtica vida local de la ciudad.
- Bar Krystal: Situado en la Plaza Roxa, es muy frecuentado por universitarios, quienes disfrutan de sus generosas tapas de tortilla, pizza o ensaladilla.
- A nave de Vidán: Destaca su famosa tapa de callos, servida tanto los jueves como los domingos, como manda la tradición.
- Café D´Lucía: Suelen ofrecer dos o tres tapas a elegir, entre las que recomendamos su tortilla, croquetas o montaditos.

Tapas típicas gallegas que debes probar en Santiago
Una ruta de tapeo sin estas especialidades está incompleta:
- Pulpo a feira: Cocido, cortado en rodajas y servido con sal, aceite de oliva y pimentón.
- Zorza: Trozos de carne de cerdo adobados con ajo, pimentón y otras especias. Se sirve caliente con patatas.
- Tortilla de patatas: ya sea con cebolla, sin cebolla, más o menos cuajada… es la tapa estrella que no falla.
- Raxo: Similar a la zorza, pero sin adobo rojo. Más suave y tierno.
- Pimientos de Padrón: Fritos, con sal gorda. Uno de cada diez… pica.
- Empanada gallega: De bonito, carne, bacalao, zamburiñas, incluso manzana. Masa fina y relleno jugoso.
- Caldo gallego: En días fríos, es una tapa energética con grelos, patata y unto.
- Queso de tetilla con membrillo: Para cerrar el tapeo con un toque dulce.

Cómo tapear como un compostelano: consejos prácticos
Tapear como un local no es solo cuestión de qué pedir, sino también de cómo moverse por los bares:
- Pide en barra: Si está lleno, comparte espacio y conversa. Es parte de la experiencia.
- Haz una ruta: No te acomodes en un solo bar. Tapear es probar en varios sitios.
- Observa lo que piden los demás: Si ves que en un bar todos tienen el mismo plato, ¡es señal de que vale la pena!
- Pregunta por lo fuera de carta: Muchos bares cocinan platos del día que no están anunciados.
- Combina tapas con vinos gallegos: Albariño, Godello, Ribeiro o Mencía. Incluso el vino turbio de la casa, servido en cunca (taza).
- Horarios: El tapeo comienza hacia las 13:00 antes de comer y, por la tarde a eso de las 20:00h. Antes de estas horas, muchos bares están abiertos pero más tranquilos.
Conclusión
Tapear en Santiago de Compostela como un local es entrar en contacto con la Galicia más auténtica. Es pasear por calles centenarias, entrar en tabernas con historia, dejarse llevar por el aroma del pulpo y el sonido de las conversaciones en la barra. Es, en definitiva, una forma de conocer la ciudad con todos los sentidos. Ya sea en la zona vieja, en las rúas de siempre o en los barrios más escondidos, el tapeo compostelano te espera con los brazos abiertos y un buen vino en la mano. ¡Bo proveito!