Entre los senderos, miradores y vistas panorámicas que ofrece el Parque de la Alameda de Santiago, se encuentra uno de los símbolos más queridos de la ciudad: una escultura fotografiada por todos aquellos que visitan la capital gallega, la estatua de Las Dos Marías.
Puede que a muchos les pueda parecer una simpática escultura o un fondo bonito para una fotografía pensada para subir a redes sociales. Sin embargo, pocos conocen que tras esos colores se esconde una historia profunda de dolor, valentía y resistencia.
Si alguna vez te preguntas cómo ir a la Alameda de Santiago, déjame decirte que no solo te espera un paseo con encanto, sino también una lección de historia viva y popular.

Maruxa y Coralia: ¿Quiénes fueron Las Dos Marías?
Maruxa y Coralia Fandiño Ricart nacieron en el seno de una familia trabajadora del casco histórico de Santiago de Compostela. Hijas de un zapatero y de una modista, crecieron junto a otros once hermanos en la década de 1930.
Las hermanas vivían tranquilamente y ayudaban a sus padres en el taller de costura familiar. Sin embargo, tras la Guerra Civil y la instauración del régimen franquista, todo cambió para ellas. Su familia era muy conocida por tener ideología de izquierdas. De hecho, dos de sus hermanos militaban en la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y fueron perseguidos por sus ideas. Uno de ellos llegó a ser encarcelado durante 20 años, otro se exilió y otro se escondió durante una larga temporada. Sin embargo, la persecución alcanzó a toda la familia.
Llega la represión y el castigo por no delatar
Las autoridades franquistas no lograron localizar a los hermanos fugitivos, comenzando entonces un implacable hostigamiento al resto de la familia. Maruxa y Coralia, junto a su madre y hermanas, fueron brutalmente humilladas: les raparon el cabello, fueron golpeadas, paseadas desnudas por la ciudad y, finalmente, aisladas socialmente.
Su negocio se quedó sin clientela, pues nadie quería ser relacionado con ellas; y su única manera de sobrevivir fue la solidaridad silenciosa de algunos vecinos que les dejaban comida pagada en comercios para que ellas pudiesen recogerla. Este oscuro capítulo en la historia de Las Marías marcó profundamente a las hermanas que, a pesar de todo, nunca renunciaron a su dignidad ni al vínculo con la ciudad que les vio nacer.

Fuente: Compostela Histórica (Facebook)
Las dos en punto: un paseo contra el olvido
Durante la década de los 50, Las Dos Marías comenzaron a salir a pasear todos los días por las calles de Santiago justo a las dos en punto de la tarde, cuando la campana de la Torre Berenguela marcaba la hora. Este paseo se convirtió, no solo en un acto cotidiano, sino también en un verdadero acto de resistencia.
Vestidas con ropa llamativa, maquillaje exagerado y una actitud desafiante, Maruxa y Coralia rompían con la estética gris e inmóvil de la época franquista, especialmente para las mujeres.
Su ruta las llevaba siempre por el casco histórico y, en especial, por la Alameda de Santiago de Compostela, donde hoy en día se encuentra su estatua. Les gustaba coquetear con los universitarios que, a esa hora, salían de clase de las diferentes facultades de la ciudad; pero también recibían burlas y desprecios.
De ahí nació el apodo con el que hoy se las recuerda en la ciudad: “Las dos en punto”.
Un final separado y un homenaje compartido
Maruxa falleció en 1980 a los 82 años, lo que le acarreó una gran depresión a su hermana Coralia, que decidió irse a A Coruña a vivir con un familiar. A pesar del afecto de la familia, nunca llegó a sentirse en casa y cuentan que, todas las noches, se asomaba a la ventana y señalaba a las estrellas recordando a su Compostela natal y a su hermana. Finalmente murió en 1983 en la ciudad de A Coruña.
Sus restos, inicialmente, descansaban en sepulcros separados en el cementerio de Boisaca de Santiago hasta que, en 2014, una iniciativa ciudadana logró construir una tumba compartida y una placa que honra su memoria.
Desde entonces, sus cuerpos descansan juntos, al igual que paseaban juntas cada mediodía por la Alameda compostelana. Este acto fue el reflejo de lo que, gran parte de la ciudad, siempre sintió por ellas: cariño, respeto y un reconocimiento pendiente.

El secreto mejor guardado del Parque de la Alameda
Si estás buscando los secretos de Santiago de Compostela, pocos hay tan conmovedores como el de Las Dos Marías.
La estatua que hoy se encuentra en este parque fue creada en 1994 por el escultor vasco César Lombera. Inspirado por una fotografía que vio en la revista Viajar, Lombera captó la esencia de estas dos mujeres que tanto dieron por su familia y por su identidad.
La escultura está hecha a escala real y es policromada. Nos muestra a Maruxa, más baja y extrovertida, extendiendo su brazo con una sonrisa pícara; y a Coralia, más alta y reservada, que agarra el brazo de su hermana. Es una imagen alegre, sí, pero también profundamente simbólica.
Como una de las más conocidas curiosidades de Santiago, hay que destacar que, cada cierto tiempo, se cambia la policromía de esta escultura para hacer frente a los estragos que en ella provoca la lluvia.
Es por ello que, en cada visita a la ciudad, podrás ver a las dos hermanas con atuendos de colores diferentes, pero siempre colores llamativos; no en vano, fueron un verdadero símbolo de color y esperanza en una época gris.
Cómo llegar a la Alameda de Santiago y a la estatua de Las Dos Marías
Llegar a la estatua de Las Dos Marías es muy sencillo. Si estás en el centro de Santiago, solo debes caminar hacia el oeste desde la Catedral por la Rúa do Franco y, en menos de 10 minutos, habrás cruzado al Parque de la Alameda.
Allí, podrás ver la escultura en el paseo central del parque. No se te olvide tu foto con ellas, pues es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad, pero recuerda que detrás de ese colorido se esconde un pasado marcado por la libertad de expresión, la memoria histórica y la capacidad humana de reinventarse incluso desde el más profundo dolor.
¿Y si te acompaño y descubrimos juntos su historia?
Si prefieres que, como guía local, te acompañe en tu visita y descubramos juntos la oscura historia de estas dos mujeres y de la escultura que las recuerda, he de decirte que esta es una de las paradas de nuestro free tour Santiago Monumental.
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